El deterioro de los derechos humanos y del orden internacional en el mundo es anterior al mandato de Donald Trump. Pero el regreso del republicano a la Casa Blanca está teniendo un efecto acelerador y de “intensificación” de las crecientes prácticas autoritarias en muchos países, incluso en Europa. Una tendencia que amenaza con “echar por tierra” décadas de construcción y promoción del sistema de derechos fundamentales en el mundo, advierte Amnistía Internacional en su último informe mundial, en el que llama a las democracias ―especialmente a las europeas― a “resistir” estos “embates” contra el orden multilateral.. Seguir leyendo
Los primeros 100 días de mandato del presidente de EE UU han “intensificado” los retrocesos registrados en 2024, sostiene la organización en su informe anual


El deterioro de los derechos humanos y del orden internacional en el mundo es anterior al mandato de Donald Trump. Pero el regreso del republicano a la Casa Blanca está teniendo un efecto acelerador y de “intensificación” de las crecientes prácticas autoritarias en muchos países, incluso en Europa. Una tendencia que amenaza con “echar por tierra” décadas de construcción y promoción del sistema de derechos fundamentales en el mundo, advierte Amnistía Internacional en su último informe mundial, en el que llama a las democracias ―especialmente a las europeas― a “resistir” estos “embates” contra el orden multilateral.
“Los primeros 100 días del presidente Trump [se cumplen este miércoles] han sido desastrosos para los derechos humanos en EE UU e internacionalmente”, ha afirmado la secretaria general de Amnistía, Agnès Callamard, al presentar en Bruselas el último informe global sobre la “más que alarmante” situación de los derechos humanos en el mundo.
“El Gobierno estadounidense encabeza un asalto global contra la justicia de género y racial, ha adoptado amplias normas de mordaza contra el derecho al aborto, ataca de forma implacable la diversidad y la inclusión, los derechos de las personas trans y está arrebatando brutalmente los derechos de migrantes y de refugiados”, ha enumerado la exrelatora de derechos humanos de la ONU. También ha denunciado los ataques de la Administración estadounidense a la lucha contra el cambio climático y a las instituciones que ejercen un contrapeso al poder ejecutivo, desde la justicia a las universidades o los medios de comunicación.
El informe, en el que se hace un repaso del estado de los derechos humanos a lo largo de 2024, denuncia el “genocidio” de la población palestina en Gaza. Asimismo, acusa a Rusia de matar en 2024 “a más civiles ucranios que el año anterior”, continuar atacando infraestructuras civiles y someter “a los detenidos a tortura y desaparición forzada”. También recuerda la “violencia sexual generalizada” contra mujeres y niñas en Sudán o los continuados ataques a la comunidad rohinyá en Myanmar. Registra asimismo la “represión cruel y generalizada de la disidencia” en numerosas partes del mundo, los “insuficientes esfuerzos por abordar el colapso climático” y un “creciente retroceso mundial de los derechos de las personas migrantes y refugiadas, las mujeres, las niñas y las personas LGBTI”, entre otros.
“A menos que se logre dar un drástico giro a la situación mundial, todos estos aspectos se deteriorarán aún más en un turbulento 2025”, advierte la organización internacional.
La mayoría de estos atropellos a los derechos humanos comenzaron mucho antes de la nueva era Trump. Pero su vuelta al poder, y sobre todo su “ataque sin cuartel” al multilateralismo y justicia global, “están agravando el considerable daño que ya han sufrido esos principios e instituciones, y animando aún más a otros dirigentes y movimientos contrarios al reconocimiento de derechos a unirse a su embestida”, según Callamard. La francesa ha hecho por ello un llamamiento a la “resistencia” para preservar el sistema de justicia internacional construido los últimos 80 años sobre las cenizas de la II Guerra Mundial y el Holocausto. “El mundo debe despertar a esta realidad ahora o, de lo contrario, esta coyuntura histórica se convertirá en una devastación histórica”, advierte Amnistía, para la que Europa, que considera tiene una responsabilidad especial, no se está mostrando a la altura del desafío.
“La UE no está plantando cara a Donald Trump, no está plantando cara a sus propios miembros que violan los derechos, como Hungría, y está protegiendo el Tribunal Penal Internacional de mala gana. No hay una voz estridente, alta, colectiva que proteja la justicia internacional o el sistema multilateral”, ha lamentado Callamard.
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Sobre la firma

Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
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